Por la vereda con sombra es una novela de 100 páginas y 12,000 palabras en la que el autor, Yamil Dora, pone a funcionar una máquina pequeña y turbulenta para narrar una historia que el protagonista hace vibrar a cada instante, en cada línea. De la infancia feliz a un accidente fatal, pasando por encuentros íntimos ocasionales, se entrecruzan momentos que hacen de Por la vereda con sombra una novela con espíritu de caleidoscopio; una novela para moverse, como hace el narrador, sin mapa y sin prejuicios.

La historia está contada en un presente abierto y multitudinario, en el que caben una abuela y un abuelo entrañables, una madre demasiado hermosa, mujeres fugaces como fantasmas y un protagonista sibarita y encantador. En esta novela —con toda su poesía, toda su crueldad y con toda su insensata belleza— el tiempo corre de tal modo que la vida parece estallar en cada frase ante los ojos extasiados del lector, que queda atrapado en la dinámica particular con que está relatada la historia.